Los tres grandes amores de Aleix Espargaró, el brillante ganador MotoGP en Silverstone, se llaman Laura, su chica de toda la vida, y los hijos que tuvieron en junio de 2018, los gemelos Max y Mia. Y todo deseo de cualquiera de ellos es una orden para el piloto de Granollers. En abril del pasado año en Termas de Río Hondo Aleix dejó para la historia una tierna imagen acurrucado en el parc fermé y llorando al teléfono mientras hablaba con Laura y los críos tras su primer triunfo MotoGP. Este domingo los ha tenido con él y se ha tomado muy a pecho la orden/deseo de Max. Contaba en rueda de prensa la anécdota: “Me ha dicho ‘papa intenta estar delante que sino no te podré ver en la tele’. Y yo le he prometido ‘no sé si podre ganar, pero no te preocupes que verás a papi ahí delante”´.
“La verdad es que cuando he salido en la vuelta de reconocimiento he notado esos días, que luego quizás no sean así, pero que dentro de ti piensas que eres invencible, tenía mucha tracción, la moto iba muy bien y he recuperado posiciones al inicio”, ha recordado.
“Adelantaba muy fácil y, cuando he visto la diferencia con Bezzecchi y Bagnaia, he llegado relativamente fácil, rodando muy rápido, he visto que Pecco guardaba mucho neumático de atrás, he pensado que tenía poca tracción y que no llegaría bien al final, y yo tenía mucha tracción”, ha explicado.
“Iba a pasarle y a abrir hueco, y justo ha empezado a llover, por lo que he decidido cambiar de estrategia y quedarme detrás de Pecco porque para el que abre pista es muy difícil, pero cuando me ha pasado Maverick -Viñales-, y luego Brad -Binder-, les he vuelto a pasar rápido, porque yo quería estar detrás de Pecco y controlar, y no estar muy cerca para no disparar la presión del neumático”, continuó Aleix Espargaró.
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